La pandemia de Covid-19 representó un desafío sin precedentes para América Latina, donde la rápida propagación del SARS-CoV-2 expuso las debilidades de los sistemas de salud1, exacerbó las desigualdades sociales y destacó la importancia de la colaboración global. En 2021, la región, con solo el 8,4% de la población mundial, concentraba el 27,8% de las muertes globales relacionadas con la enfermedad, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Países como Brasil, Colombia y Chile estuvieron entre los más afectados, enfrentando no solo la sobrecarga de los sistemas de salud, sino también un incremento significativo en las desigualdades sociales.

La crisis sanitaria desbordó los hospitales, agotó los recursos médicos y acentuó la desigualdad en el acceso a los servicios de salud. En varias naciones de la región, la limitada infraestructura de unidades de cuidados intensivos (UCI) y la escasez de personal médico fueron barreras críticas. Por ejemplo, Brasil enfrentó un considerable déficit de camas de UCI por habitante en comparación con los estándares internacionales3, lo que agravó el impacto de la pandemia en las áreas más pobres y remotas. Aunque Chile contaba con una mayor capacidad hospitalaria, también sufrió una alta demanda de cuidados intensivos debido a brotes estacionales9. En Colombia, el sistema de salud estuvo al borde del colapso en varias ocasiones, especialmente en ciudades como Bogotá y Medellín, epicentros locales del virus.

Económicamente, la pandemia resultó en la mayor contracción económica regional en 120 años. En 2020, América Latina experimentó una caída del 7,0% del PIB, afectando gravemente sectores como el turismo, el comercio y la manufactura. Los países altamente dependientes del sector servicios vieron sus economías desacelerarse, mientras que el desempleo y la pobreza aumentaron drásticamente. Según la CEPAL, cerca de 22 millones de personas cayeron en la pobreza en 2020, agravando las disparidades de ingresos y dificultando los esfuerzos de recuperación económica.

En este desafiante escenario, la colaboración internacional fue esencial. Sinovac se destacó como uno de los principales colaboradores en la respuesta global a la pandemia, desarrollando una vacuna segura y eficaz contra el SARS-CoV-2. En asociación con varios países de América Latina, la compañía suministró millones de dosis y estableció centros de producción locales, contribuyendo a reducir la mortalidad y apoyar la recuperación de la región.

El mapa muestra la actividad en el hemisferio sur en territorios que tienen baja o nula capacidad para producir vacunas propias

  • La baja tasa de reacciones adversas ha hecho que la vacunación sea más segura y más adecuada para las campañas de vacunación masiva.
  • La vida útil de 24 meses a temperaturas de 2-8ºC contribuyó a la accesibilidad global.
  • Se ha demostrado que la vacuna COVID-19 de Sinovac es eficaz para prevenir hospitalizaciones, enfermedades graves y muertes.

La velocidad de Sinovac para proteger a las personas

China
Turquia
Azerbaijão
Brasil
Chile
Indonésia
Botsuana
Camboja
Equador
Hong Kong
Laos
Tailândia
Albânia
Colômbia
El Salvador
Malásia
México
Paraguai
Ucrânia
Uruguai
Zimbábue
Filipinas
Paquistão
Armênia
Geórgia
Tunísia
Bangladesh
Cazaquistão
Nepal
Timor-Leste
Tanzânia
Arábia Saudita
Cingapura
Benin
Djibouti
Líbia
Macedônia
Tajiquistão
Bósnia-Herzegovina
Togo
Argélia
Venezuela
Mianmar
República Dominicana

Cifras de la pandemia de Covid-19

+60
países vacunados

2,5
mil millones de dosis de CoronaVac distribuidas

25%
de las vacunas anti-Covid-19 fueron producidas por Sinovac

14,4
millones de muertes evitadas por vacunas en el primer año de vacunación

Nuestra Vacuna de virus inactivado

La plataforma de virus inactivado, utilizada por Sinovac en la producción de CoronaVac, es una tecnología que existe desde hace más de un siglo. Se utiliza el virus completo (no sólo un trozo o parte de su genoma), que se cultiva, se inactiva (se mata) y luego se purifica y se empaqueta.

El virus inactivado no tiene capacidad de replicarse ni causar enfermedades en el organismo, pero sí es capaz de estimular el sistema inmune para reconocerlo y combatirlo. Así, en caso de una infección real, conociendo ya de antemano las características del enemigo, las defensas del organismo están mejor preparadas.

Por ello, las vacunas inactivadas son especialmente seguras y se encuentran entre las más adecuadas para inmunizar a grupos vulnerables, como niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.

Hay otra ventaja: al estar preparada a partir del virus completo, la respuesta inmune puede ser más completa que otras vacunas que incluyen sólo una región o un gen del patógeno. Esta característica puede incluso ayudar a proteger contra variantes que puedan surgir, ya que, incluso si hay mutaciones que alteran una región del virus (como la espiga), la respuesta es más completa, contra toda la partícula viral.

Fue entonces cuando nació la idea de CoronaVac, una vacuna diseñada para ser segura, eficaz y fácil de distribuir en todo el mundo, con el objetivo de proteger a todos, especialmente a los más vulnerables.

En un estudio, realizado entre abril y agosto de 2021, investigadores investigaron la aplicación de CoronaVac en mujeres embarazadas y posparto en Brasil. Durante el período de estudio se administraron 252.430 dosis. Del total de vacunados, el 77% estaban embarazadas. El estudio reveló una tasa de eventos adversos para CoronaVac de 74,1 por 100.000, en comparación con una tasa global de 309,4 por 100.000 dosis, la tasa de eventos adversos más baja entre las cuatro vacunas Covid-19 disponibles en Brasil en ese momento.

En otros estudios, Coronavac ha demostrado su eficacia y seguridad no sólo en mujeres embarazadas, sino también en bebés, niños, ancianos y pacientes con comorbilidades y cáncer.

Sinovac ha sido responsable de proporcionar 278 millones de vacunas contra el coronavirus en América Latina, salvando vidas durante la pandemia»

Dimas Tadeu Covas

Exdirector del Instituto Butantan

Estudio clínico
simultáneo internacional

Ventajas de un estudio global

  • Diversidad: Pruebas realizadas en múltiples regiones con diferentes cepas de virus y características poblacionales.
  • Alcance: Poblaciones con diferentes condiciones de salud, inmunidad y grado de exposición al virus.
  • Agilidad: Permite una rápida aprobación e implementación de la vacuna en diferentes países, con base en datos regionales específicos.
Brasil Início: 21/07/2020
  • Población: Profesionales de la salud
  • Muestra: 13.060 voluntarios (mayores de 18 años)
Chile Início: 27/11/2020
  • Población: Profesionales sanitarios + público general (1:10)
  • Muestra: 3.000 voluntarios (mayores de 18 años)
Indonésia Início: 11/08/2020
  • Población: Público en general
  • Muestra: 1.620 voluntarios (18-59 años)
Turquia Início: 16/09/2020
  • Población: Profesionales sanitarios + público general (1:9)
  • Muestra: 13.000 voluntarios (18-59 años)

Ventajas de un estudio global

  • Diversidad: Pruebas realizadas en múltiples regiones con diferentes cepas de virus y características poblacionales.
  • Alcance: Poblaciones con diferentes condiciones de salud, inmunidad y grado de exposición al virus.
  • Agilidad: Permite una rápida aprobación e implementación de la vacuna en diferentes países, con base en datos regionales específicos.

Equidad en el acceso a las vacunas en el Sur global

A medida que se propagó la pandemia de Covid-19, se amplió el abismo: mientras las naciones más ricas del Norte global aseguraron un acceso temprano a las vacunas comprando dosis en masa a fabricantes occidentales, muchos países del Sur global se encontraron en desventaja.

En este escenario, Sinovac se destacó como un actor clave en la búsqueda de equilibrar la balanza de la equidad sanitaria global. Nos dedicamos a proporcionar vacunas a países de ingresos bajos y medios, que históricamente han enfrentado desafíos para acceder a tecnologías médicas de vanguardia.

Países de América Latina, Asia y África, muchos de los cuales enfrentaban brotes devastadores, han recibido millones de dosis de CoronaVac. En lugares como Brasil, Chile, Indonesia y Botsuana, la llegada de la vacuna china no sólo ha salvado vidas sino que ha ayudado a estabilizar los sistemas de salud al borde del colapso. En total, CoronaVac se aplicó en más de 60 países.

Si Sinovac hubiera seguido la misma ruta que otras compañías de vacunas, mientras los países del Norte global avanzaban con sus campañas de vacunación, el Sur global habría quedado meses o años atrás. Las consecuencias habrían sido desastrosas: más muertes, crisis económica y, potencialmente, un ciclo interminable de nuevas variantes del virus, que seguirían surgiendo en las regiones menos protegidas.

Sin embargo, Sinovac ha ayudado a prevenir esta disparidad. Al distribuir CoronaVac a docenas de países del Sur global, trabajó para garantizar que la recuperación llegara a todas las naciones. Esta distribución estratégica también tuvo un impacto geopolítico. China, con la ayuda de Sinovac, se ha posicionado como líder en la diplomacia de las vacunas, fortaleciendo los lazos con países olvidados por las grandes potencias.

Pero no tendría sentido tener una vacuna segura y eficaz si no hubiera capacidad de producción que realmente satisficiera la demanda mundial. Sinovac, en marzo de 2020, mientras aún se realizaban pruebas de laboratorio, inició la construcción de una fábrica con capacidad de 300 millones de dosis al año (planta de fase 1), que se completó en 99 días. Con el aumento de la demanda mundial, las siguientes plantas, fases 2 y 3, estuvieron listas en abril de 2021, aumentando la capacidad a 2 mil millones de dosis al año.

Esta combinación de inversión, tecnología, conocimiento y agilidad ha permitido que una de cada cuatro vacunas anti-Covid-19 aplicadas en el mundo haya sido fabricada por Sinovac, permitiendo salvar millones de vidas. Para nosotros no hay mejor recompensa que ésta.

Los aportes de Sinovac en América Latina

Sinovac ha establecido alianzas estratégicas en toda América Latina, especialmente en Brasil, Chile y Colombia para abordar la pandemia de Covid-19, colaborando en el desarrollo, producción y distribución de la vacuna. A continuación, comprenda el desempeño de Sinovac en estos países.

Brasil

Chile

Colômbia