¿Qué es la influenza?
La influenza, conocida como gripe, es una infección viral altamente contagiosa causada por los virus de la familia Orthomyxoviridae. La enfermedad afecta principalmente el tracto respiratorio y puede variar desde casos leves hasta graves, dependiendo del estado de salud del individuo y del subtipo del virus. Los principales subtipos que afectan a los humanos son los virus Influenza A y B. La transmisión ocurre principalmente a través de gotículas respiratorias expulsadas al hablar, toser o estornudar. El período de incubación varía de 1 a 4 días, con un promedio de 2 días hasta la aparición de los síntomas.

Principales síntomas
- Fiebre alta de inicio repentino
- Escalofríos
- Tos seca
- Dolor de garganta
- Congestión nasal o secreción nasal
- Dolores musculares y articulares
- Fatiga intensa
- Dolor de cabeza
- En algunos casos, náuseas, vómitos o diarrea, más comunes en niños
Nota: Los síntomas pueden confundirse con los de un resfriado común, pero la influenza tiende a ser más grave y debilitante.
Grupo de Riesgo
- Niños menores de 5 años, especialmente menores de 2 años
- Adultos mayores de 60 años
- Mujeres embarazadas y puérperas (hasta 2 semanas después del parto)
- Personas con enfermedades crónicas o inmunosupresión
- Profesionales de la salud y cuidadores
- Individuos que viven en instituciones cerradas, como asilos o refugios
Diagnóstico y tratamiento
Diagnóstico
El diagnóstico de la influenza puede realizarse en función de los síntomas presentados por el paciente y confirmarse, cuando sea necesario, mediante pruebas de laboratorio, como RT-PCR o pruebas rápidas de detección viral.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la influenza, pero algunas medidas pueden ayudar a aliviar los síntomas, reducir la gravedad de la enfermedad y prevenir complicaciones en casos graves o en personas de alto riesgo:
- Reposo e hidratación para ayudar al cuerpo a recuperarse
- Uso de antipiréticos y analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar la fiebre y los dolores musculares y corporales
- Antivirales, como oseltamivir o zanamivir, pueden ser prescritos en casos graves o para personas de grupos de riesgo, especialmente si se inician en las primeras 48 horas tras la aparición de los síntomas
Nota: Los antibióticos no son efectivos contra el virus de la influenza, pero pueden ser necesarios para tratar infecciones bacterianas secundarias, como la neumonía.
Medidas complementarias
Para mitigar el impacto de la influenza, algunas acciones complementarias son fundamentales, tales como:
- Promover campañas de vacunación estacional, especialmente para los grupos prioritarios
- Educar a la población sobre la importancia de la higiene respiratoria y el uso de mascarillas en brotes
- Garantizar el acceso a antivirales y atención médica para casos graves
- Monitorear continuamente los virus en circulación para actualizar la vacuna
Transmisión
La influenza es altamente contagiosa y se propaga de persona a persona a través de:
- Gotículas respiratorias emitidas al hablar, toser o estornudar
- Contacto con superficies contaminadas y luego tocarse la cara (boca, nariz o ojos)
- Ambientes cerrados con gran aglomeración de personas
El virus puede transmitirse 1 día antes de la aparición de los síntomas y hasta 7 días después, siendo este período más prolongado en niños y personas inmunosuprimidas
Prevención
La prevención de la influenza se basa en la vacunación y medidas de higiene.
- Vacunación
- La vacuna contra la influenza se actualiza anualmente para proteger contra los virus predominantes en circulación. Se recomienda para grupos prioritarios y está disponible en la red pública durante campañas estacionales.
Sinovac contribuye a la salud pública con el desarrollo de vacunas eficaces para la prevención de la influenza. Para más información, accede al portafolio global de Sinovac.

Nota: El portal global puede contener información en otro idioma y datos que siguen las regulaciones locales.
- Medidas de higiene:
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar alcohol en gel
- Cubrir la nariz y la boca con el brazo o un pañuelo al toser o estornudar
- Evitar el contacto cercano con personas infectadas
- No compartir utensilios u objetos de uso personal
- Mantener los ambientes ventilados y evitar aglomeraciones durante brotes
Factores de riesgo y situaciones especiales
La influenza es una preocupación global, especialmente durante los meses más fríos, cuando el virus circula con mayor intensidad. En situaciones de epidemias o pandemias, como la causada por el H1N1 en 2009, la propagación es rápida y requiere medidas de control adicionales, como el aislamiento de casos y la vacunación masiva.
Referencias
- Organización Mundial de la Salud (OMS). Influenza: causas, síntomas y prevención. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.who.int/influenza
- Ministerio de Salud (BR). Influenza: prevención, síntomas y tratamiento. Brasilia (DF): Ministerio de Salud. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://bvsms.saude.gov.br/influenza
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Seasonal Influenza. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.cdc.gov/flu
Principales síntomas
- Fiebre alta de inicio repentino
- Escalofríos
- Tos seca
- Dolor de garganta
- Congestión nasal o secreción nasal
- Dolores musculares y articulares
- Fatiga intensa
- Dolor de cabeza
- En algunos casos, náuseas, vómitos o diarrea, más comunes en niños
Nota: Los síntomas pueden confundirse con los de un resfriado común, pero la influenza tiende a ser más grave y debilitante.
Transmisión
La influenza es altamente contagiosa y se propaga de persona a persona a través de:
- Gotículas respiratorias emitidas al hablar, toser o estornudar
- Contacto con superficies contaminadas y luego tocarse la cara (boca, nariz o ojos)
- Ambientes cerrados con gran aglomeración de personas
El virus puede transmitirse 1 día antes de la aparición de los síntomas y hasta 7 días después, siendo este período más prolongado en niños y personas inmunosuprimidas
Grupo de Riesgo
- Niños menores de 5 años, especialmente menores de 2 años
- Adultos mayores de 60 años
- Mujeres embarazadas y puérperas (hasta 2 semanas después del parto)
- Personas con enfermedades crónicas o inmunosupresión
- Profesionales de la salud y cuidadores
- Individuos que viven en instituciones cerradas, como asilos o refugios
Prevención
La prevención de la influenza se basa en la vacunación y medidas de higiene.
- Vacunación
- La vacuna contra la influenza se actualiza anualmente para proteger contra los virus predominantes en circulación. Se recomienda para grupos prioritarios y está disponible en la red pública durante campañas estacionales.
Sinovac contribuye a la salud pública con el desarrollo de vacunas eficaces para la prevención de la influenza. Para más información, accede al portafolio global de Sinovac.

Nota: El portal global puede contener información en otro idioma y datos que siguen las regulaciones locales.
- Medidas de higiene:
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar alcohol en gel
- Cubrir la nariz y la boca con el brazo o un pañuelo al toser o estornudar
- Evitar el contacto cercano con personas infectadas
- No compartir utensilios u objetos de uso personal
- Mantener los ambientes ventilados y evitar aglomeraciones durante brotes
Diagnóstico y tratamiento
Diagnóstico
El diagnóstico de la influenza puede realizarse en función de los síntomas presentados por el paciente y confirmarse, cuando sea necesario, mediante pruebas de laboratorio, como RT-PCR o pruebas rápidas de detección viral.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la influenza, pero algunas medidas pueden ayudar a aliviar los síntomas, reducir la gravedad de la enfermedad y prevenir complicaciones en casos graves o en personas de alto riesgo:
- Reposo e hidratación para ayudar al cuerpo a recuperarse
- Uso de antipiréticos y analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar la fiebre y los dolores musculares y corporales
- Antivirales, como oseltamivir o zanamivir, pueden ser prescritos en casos graves o para personas de grupos de riesgo, especialmente si se inician en las primeras 48 horas tras la aparición de los síntomas
Nota: Los antibióticos no son efectivos contra el virus de la influenza, pero pueden ser necesarios para tratar infecciones bacterianas secundarias, como la neumonía.
Factores de riesgo y situaciones especiales
La influenza es una preocupación global, especialmente durante los meses más fríos, cuando el virus circula con mayor intensidad. En situaciones de epidemias o pandemias, como la causada por el H1N1 en 2009, la propagación es rápida y requiere medidas de control adicionales, como el aislamiento de casos y la vacunación masiva.
Medidas complementarias
Para mitigar el impacto de la influenza, algunas acciones complementarias son fundamentales, tales como:
- Promover campañas de vacunación estacional, especialmente para los grupos prioritarios
- Educar a la población sobre la importancia de la higiene respiratoria y el uso de mascarillas en brotes
- Garantizar el acceso a antivirales y atención médica para casos graves
- Monitorear continuamente los virus en circulación para actualizar la vacuna
Referencias
- Organización Mundial de la Salud (OMS). Influenza: causas, síntomas y prevención. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.who.int/influenza
- Ministerio de Salud (BR). Influenza: prevención, síntomas y tratamiento. Brasilia (DF): Ministerio de Salud. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://bvsms.saude.gov.br/influenza
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Seasonal Influenza. Consultado el 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.cdc.gov/flu